Add parallel Print Page Options

Me he aferrado a mi rectitud y no la cederé.
No me reprochará mi corazón mientras viva.
»Sea como el impío mi enemigo,
y como el inicuo el que se levanta contra mí.
Porque, ¿qué esperanza tiene el impío, por mucho que gane,
si Dios le despoja de su vida?

Read full chapter